Simón Lede del Social y Tiziano Galeone del Depo son las nuevas figuras del U15 de Boca Juniors. Se consagraron bicampeones con esta categoría ganando una final a lo Boca, cuando faltaban dos minutos e iban abajo por 11 puntos.
San Vicente | El básquet de San Vicente tiene dos nuevos embajadores que están haciendo ruido grande en la Capital. Simón Lede y Tiziano Galeone, pibes formados en el calor de los clubes de barrio de Alejandro Korn y San Vicente, acaban de coronar un año de ensueño: son bicampeones con la U15 de Boca Juniors tras ganar la Copa Kenia.
Pero ojo, que no fue un trámite. La final fue de esas que te dejan el corazón en la garganta.
Una final de locos y una máscara "a lo NBA"
Si algo define a estos pibes es el aguante. La final de la Copa Kenia parecía perdida. A falta de dos minutos, Boca estaba 11 puntos abajo. Sin embargo, lo empataron sobre la hora y lo liquidaron en el suplementario.
Simón Lede (el Guerrero): Jugó los partidos decisivos con una máscara protectora por una fractura de nariz que sufrió días antes. A pesar de que los médicos le bajaron el pulgar, él se plantó: "Quería estar", confesó.
Tiziano Galeone (el motor): Coincidió en que fue una montaña rusa emocional, remontando una ventaja que llegó a ser de 13 puntos para el rival.
De "enemigos" a compañeros
Lo curioso de esta dupla es su origen. Antes de defender la azul y oro, se sacaban chispas en el clásico local. Simón en el Social de Alejandro Korn y Tiziano en el Depo San Vicente.
Simón Lede: Prácticamente nació en el Social; empezó a los dos años y vivía más tiempo en el club que en su casa. Salir de su zona de confort para ir a Boca fue el desafío más grande de su vida.
Tiziano Galeone: Arrancó a los tres años siguiendo la herencia familiar (mamá y hermanos basquetbolistas). Después de rebotar en varias pruebas en otros clubes, el llamado de Boca fue el "clic" que esperaba.
Vivir por y para el básquet
Para Tiziano, el salto a Boca no fue solo deportivo, sino un cambio de vida total. Entre el entrenamiento diario y el colegio, viajar una hora y media desde San Vicente se volvió una misión imposible. ¿La solución? Mudarse a Caballito el año que viene para estar a un paso del club. "El básquet es todo para mí. Vivo para esto", resume Galeone con la claridad de quien sabe lo que quiere.
Hoy, esos clásicos picantes entre el Social y el Depo son anécdotas. Simón y Tiziano demostraron que, con el ADN del básquet de barrio y el sacrificio del profesionalismo, el techo todavía no aparece.

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